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DISCO DE LA SEMANA: Kendrick Lamar - To Pimp A Butterfly

Posiblemente el disco de la década, la nueva obra de Kendrick presume de un nivel intelectual altísimo y consolida al rapero como uno de los mejores del siglo XXI. Hip-Hop responsable, desde Compton, California.

Publicado: 2015-04-23

Tardé más de un mes en postear mi reseña de este hito que marcó Kendrick Lamar el 15 de Marzo porque simplemente no conseguía elaborar todos mis pensamientos de manera ordenada.  Discos como este se hacen solo un par cada 10 años, así que me agarró desprevenido y no pude recomendarlo en modo de "primicia semanal" como he acostumbrado hacer en el Tocadiscos desde hace varios meses.  En fin, luego de escuchar To Pimp A Butterfly por buena parte de Marzo y Abril, me siento ya en condiciones adecuadas para escribir la crítica que esta obra maestra merece.


¿Por dónde empiezo? Pues por el track número 1, si digo que cuesta ordenarse.  "Wesley's Theory" dice mucho del disco que se viene.  Desde ya escuchamos un sample de Boris Gardiner, uno de los muchos artistas de la cultura negra underground que participarán a lo largo del álbum. Desde ya también oímos al buen "K-Dot" rapear con un tono sospechoso que abraza la mea culpa incluso más que en su álbum anterior.  ¿Estamos frente a otro predicador más? ("Martin had a dream, Kendrick have a dream") Pues no. La idea de To Pimp A Butterfly como una mera crítica a las desigualdades raciales es demasiado elemental.  Con esa visión periférica no se puede apreciar completamente la maravilla que nos acaba de entregar Kendrick Lamar.  Si bien el rapero de Compton sí toca el tema, su obra es multidimensional en cuanto al concepto: la imagen de Kendrick como el hombre negro que surge de barrios pobres y alcanza la fama y todo lo que esta implica.  Y si bien el concepto es presentado de manera completa y brillante, es su interacción con la música detrás lo que hace que este disco sea obligatorio.  Como dijo el gran crítico musical Anthony Fantano, no importa lo bueno que sea el mensaje que pretendes entregar; "si la música es basura, el mensaje es basura".  En el caso de Kendrick, tanto el mensaje como la música son excepcionales.

"For Free" es solo la segunda canción del disco, pero Kendrick ya consiguió volarnos los sesos.  Un salvaje saxofón precede un discurso materialista al ritmo de un freestyle de jazz, que acelera el tempo cuando Kendrick responde a su ex con un fabuloso trabalenguas de 30 segundos de duración. "This dick ain't free" es cómo el rapero resume su poema de cuando en cuando, presentando su faceta de dick, un caradura que no sabe asimilar su repentino éxito.  Ese personaje va evolucionando a lo largo del disco, pero lo que más asombra es cómo la música evoluciona con él.  Tras ese genial jazz, continúa un repaso al West Coast Hip-Hop de los 90s  en "King Kunta".  Esto es de lo más cercano a hit comercial que hay en To Pimp A Butterfly, pero aun así suena como una especie de baile exótico.  Es increíble la habilidad de K-Dot para los samples; aquí lo demuestra al transformar la horrible canción original en esta joya distintiva.  Al culminar este gran tema, Lamar recita: "I remember you was conflicted...", versos que irá completando conforme avanza el disco.

Esta poesía es crucial para entender el álbum.  Cada vez que la recita, K-Dot agrega una frase más, que a su vez introduce el tema en que se va a centrar la canción que sigue.  Después de "These Walls", por ejemplo, aparece el poema por tercera vez, esta vez con un par de líneas más: "...abusing my power full of resentment, resentment that turned into a deep depression. Found myself screaming in an hotel room". Y a continuación estalla el grito inicial de "u", una de las canciones más poderosas del disco.  En ella, Kendrick revela todas sus inseguridades y se autoincrimina de manera agresiva.  Tras el furioso rap casi a capela de la primera mitad de la canción, viene un cambio de voz para simular un lloriqueo que ahora rapea al ritmo de una especie de smooth jazz. El uso de este subgénero específico de jazz es genial porque da la impresión de estar en un pub varias horas después de media noche, con el rapero ahogando sus penas entre botellas (que de hecho se dejan oír en el tema) acompañado de la melancolía de un saxofonista delicado. 

La contracara llega con "i", la penúltima canción.  A diferencia de "u", este es quizás el tema más positivo del repertorio Lamar.  Ya había sonado desde el año pasado a través del video publicado en Noviembre, pero la canción no había provocado tan buenas reacciones.  Para el lanzamiento de To Pimp A Butterfly, la producción es retocada para aprovechar esa tonada comercial que lleva.  La versión del disco rescata una presentación en vivo, donde el alma y la emoción de Kendrick se sienten más vivas.  Nuevamente, K-Dot demuestra su buen olfato para cumplir la importante tarea de elaborar bien su música para potenciar el mensaje.

Tras 15 canciones, To Pimp A Butterfly cierra con "Mortal Man", un corte de más de 10 minutos donde Kendrick pone a prueba la lealtad de sus fanáticos ("when shit hit the fan, is you still a fan?") al son de un beat de Hip-Hop más tradicional que los de jazz que había usado bastante.  Tras cinco minutos, el rapero de Compton finalmente recita completo el poema que había ido construyendo a lo largo del disco, y revela que todo este tiempo se había dirigido al finado ídolo del Hip-Hop californiano, Tupac Shakur. Sorprendentemente, este último responde las preguntas de Kendrick (esto gracias a unas grabaciones de una entrevista rara a 2Pac que Lamar logró adquirir), y los dos gigantes del West Coast Hip-Hop entablan una interesantísima conversación sobre básicamente todos los temas que Kendrick toca en To Pimp A Butterfly, con un jazz experimental de fondo que va aumentando en intensidad en sincronización con la intensidad de la charla.  Tras la última palabra de K-Dot, este descubre que su mentor se ha esfumado, lo que implica que el joven rapero recién despierta de un largo (16 canciones, para ser exactos) y revelador sueño.

To Pimp A Butterfly es un disco excelente sin importar por donde se le vea.  Ya sea por la creatividad de Kendrick para construir la conversación con Tupac a lo largo de todo el disco, la investigación para encontrar los casetes de la entrevista y corroborar su legitimidad, la interacción entre sus temas ("u" y "i", "For Free" y "For Sale"), o la manera en que sus varios conceptos se conectan, lo que ha hecho Kendrick es de otro mundo, o de otra época.  Si tuviera que retroceder en los años y detenerme rápido en algún disco que sea mejor que este, tendría que irme hasta el 2007 con In Rainbows de Radiohead, mi zona cómoda.  Con cualquier obra posterior, la actual de Kendrick podría tranquilamente prestarse a un debate.  To Pimp A Butterfly logra lo que todos los grandes artistas modernos (Flying Lotus, Kanye en Yeezus, Freddie Gibbs & Madlib, incluso Radiohead) intentaron sin conseguir éxito del todo: experimentos violentos, incursión en el jazz, rescate de samples abandonados. En fin, musicalmente su disco también es una proeza.  Tras la aclamación que se había ganado con good kid m.A.A.d city, otro disco casi perfecto, era difícil imaginarse algo mejor, pero he aquí Kendrick haciendo historia con este tercer trabajo que lo supera todo. Como bien dice Dr.Dre en "Wesley's Theory", más difícil que alcanzar la cima es mantenerse en ella.  Pues Kendrick ha logrado todo eso y más.

Puntaje:  4.45 / 5

Escrito por

Nicolas Montoya

Estudiante de Economía y Comunicación. Melómano por naturaleza, cinéfilo por decisión. El fútbol también es mi pasión.


Publicado en

TOCADISCOS

Música fresca para compartir. Una mirada a los más recientes lanzamientos, algunos de los que demuestran que la buena música está siempre.