Belle & Sebastian no bailan bien
CRÍTICA: Belle & Sebastian - Girls in Peacetime Want to Dance
Por ahí hay unas cuantas huellas del mejor Belle & Sebastian, el de los 90s y principios de 2000s. Por ahí suena de pronto "Ever Had A Little Faith", recordando las épocas en las que la banda escocesa nos conquistara con su melancólico Indie Pop. Pero en gran parte de Girls in Peacetime Want to Dance, noveno disco de estudio de B&S, predomina un intento casi desesperado de adaptarse a la era de los sintetizadores. Desde luego, esto le pasa factura a los de Glasgow, y resulta en lo que es de lejos el disco más débil de un repertorio que hasta hace poco permanecía impecable.
El declive del grupo se siente desde el arranque. Si bien la letra de "Nobody's Empire" es tan personal como la clásica "The State I Am In", sus virtudes musicales no le pisan los talones ni a esa o ni a ninguna de las canciones del disco debut Tigermilk, por poner uno de mil ejemplos. En Girls in Peacetime Want to Dance, el líder Stuart Murdoch sigue fino en su creación lírica, pero es opacado por la excesiva participación del productor Ben Allen III (Animal Collective, Washed Out, etc). Si analizamos el caso de Reflektor de Arcade Fire, otro genial grupo de Indie orgánico que le dio demasiado poder a su productor para intentar volverse Dance en el 2013, podemos ver que ni si quiera con el mismísimo rey de las pistas James Murphy se logró producir un disco del calibre de los tres primeros de la banda canadiense (aunque Reflektor sí fue un gran disco de todos modos). Aquí Belle & Sebastian tiene incluso mucho menos por ofrecer.
De vez en cuando, sin embargo, Murdoch y su banda logran un par de buenos resultados con su nueva fórmula electrónica. El primer single "The Party Line", por ejemplo, es mucho más decente que el segundo, una balada sin sustento musical. "Perfect Couples", otra de las bailables, es quizás la mejor canción del álbum (empate con "Ever Had A Little Faith"), justamente porque muestra una mejor armonía entre lo orgánico y lo electrónico. Después de eso ya están "The Cat With The Cream" y "The Everlasting Muse", que resultan bastante aceptables pero nacen de la antigua fórmula del grupo. En general, Belle & Sebastian sigue haciendo música buena, pero da un poco de pena verlos sacar una obra incluso más floja que su antecesora. Eso sí, los nostálgicos siempre tendremos sus fantásticos 7 primeros discos para cualquier emergencia.
Puntaje: 3.2 / 5