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Genio

Publicado: 2014-09-05

Hace poco empecé a escribir críticas de discos recientes de manera semanal.  Hoy me es imposible.  No puedo hablar de música sin pensar en quien ayer se fue y en lo que nos dejó.  Gustavo Cerati estaba en coma hace 4 años y, como dijo alguna vez apropiadamente Francisco, nos tenía acostumbrados a la pausa.  Para algunos, esta pausa se convirtió en olvido.  Después de todo, pensar en la recuperación del músico no era realista.  Por eso, yo siempre fui un iluso.  Yo era de esos que, de cuando en cuando, posteaban sus canciones pensando en "verlo volver"; que se molestaban con cualquier insinuación de que Gustavo poco a poco se nos iba.  Ayer fue raro, entonces, porque, conforme pasaron las horas, tuve que dejar de soñar.

Yo soy otro insignificante fanático de la música que se derrumba con tragedias como la de Gustavo.  Pero creo que ya empiezo a comprender este extraño fenómeno.  Arte como el de Cerati es justamente el tipo de arte que genera emociones únicas en ciertas personas.  El arte de Cerati genera un impacto único en cierto sector.  Eso de que "la buena música mueve masas" es una tontería.  Las masas se mueven al ritmo de una tonada pegajosa, pero solo una porción de ella realmente cambia a raíz de esa expresión de arte.  El resto solo se mueve sin sentido.  Lo gracioso es que Gustavo movió masas de todos modos.  Antes de su etapa de solista, definitivamente la mejor etapa de su carrera musical, conquistó América con Soda Stereo.  Esa banda movió a todos sin distinción.  Sin importar si la música era pasión o hobbie, Soda sonó fuerte siempre.  Y si el volumen bajó, si quiera un poco, debido al hiato de 4 años de Cerati, ayer se volvió a elevar.  Desde ayer, las masas, otra vez sin distinción, se mueven para despedir al último genio de la música en español.  Tal vez resulta un tanto extraño que Gustavo se haya ido tan temprano, antes de otros patriarcas como Charly, pero extraña es también la vida del artista.  Y artistas como Gustavo hubieron pocos.  Los que mueren por la música y los que solo la disfrutan, todos amaban a Cerati.  De ahí no parte su genialidad, pero vale destacarlo porque es simpático ver que un ídolo así era queridísimo por tanta gente.  Gustavo estuvo dormido por cuatro años y nunca despertó, pero las muestras de cariño ante la noticia de ayer confirman que su legado está más que asegurado.  "Cerati está vivo" canté, como muchos, por casi un lustro, pero en esos cuatro años, el hombre alado nunca estuvo tan vivo como ahora.

Gracias por venir, Gustavo.


Escrito por

Nicolas Montoya

Estudiante de Economía y Comunicación. Melómano por naturaleza, cinéfilo por decisión. El fútbol también es mi pasión.


Publicado en

TOCADISCOS

Música fresca para compartir. Una mirada a los más recientes lanzamientos, algunos de los que demuestran que la buena música está siempre.