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El payaso habla en serio

CRÍTICA: Mac DeMarco - Salad Days

"So don't go telling me how this boy should be living his own life"

Mac DeMarco - "Goodbye Weekend"

Publicado: 2014-08-14

Mac Demarco es un chiste.  Apareció en la escena Indie como un bufón y hasta ahora lo sigue siendo.  Se ve en sus conciertos; sigue saltando en paños menores a brazos de su fiel público, autorizando más que pico-saludos a fanáticos obsesionados, y aplicando selfies con los teléfonos de los que se aproximan al final de la velada.  Es un fenómeno a escala reducida, pero va avanzando, y ya los más grandes bares no parecen suficientes para acoger a los seguidores del canadiense en una noche de Rock.  En ese escenario es que aparece Salad Days, el segundo disco de DeMarco, que ya no habla de cigarros preferidos ni de metanfetamina ajena, si no que ahora va en serio en lo de asustar al vecindario.


Salad Days ofrece los días más sinceros de Vernor Winfield McBriare Smith IV (efectivamente, el verdadero nombre de Mac DeMarco).  El canadiense se olvida de las metáforas y ambigüedades de 2, su genial debut, y ataca con verdades más directas que podrían hasta costarle algunos fans, según lo que él mismo reveló en una excelente nota de Pitchfork. Lo cierto es que su audiencia solo crece, y no por nada, ya que la calidad del nuevo disco alcanza la del anterior.  El sonido es prácticamente el mismo.  En ese sentido, Salad Days es como una extensión de su sucesor; una versión pesimista de 2.  Los rasgueos desacelerados que caracterizaron el Jangle Pop de su primer disco permanecen intactos en esta segunda entrega, así como sus distintivos acordes menores.
Cuando un músico tiene más que decir en un mismo contexto, no es pecado quedarse en este.  Salad Days triunfa porque no suena forzado, no es Mac DeMarco tratando de aferrarse al éxito de su ópera prima.  Suena, en cambio, honesto y natural, como si fuese simplemente la continuación del discurso    -lírico y musical- que inició dos años atrás.  Tiene mucho sentido visto de esta manera, como un pez raro que se cansó de ser equívoco y ahora se manifiesta con más claridad.  Mac DeMarco ahora habla en serio.  En el fondo, sin embargo, mantiene ese sentido del humor que lo distinguió, desde un principio, del resto de espontáneos buscando, con camisa abotonada hasta arriba, un lugar en la masiva escena Indie de hoy.
Puntaje: 3.5/5

Escrito por

Nicolas Montoya

Estudiante de Economía y Comunicación. Melómano por naturaleza, cinéfilo por decisión. El fútbol también es mi pasión.


Publicado en

TOCADISCOS

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