Madlib ya estaba entre los mejores productores de Hip Hop del siglo 21, codeándose con J Dilla, Nujabes, y quizás El-P.  Madvillainy, la joya que el californiano lanzó en el 2004 con su compañero MF Doom bastó para afirmarlo, y colocó al disco del acto conocido como Madvillain como una de las obras más icónicas del género.  MF Doom ya era un rapero consagrado en ese entonces, a diferencia del nuevo partner de Madlib, Freddie Gibbs.  Este último, proveniente de Indiana, llevaba una carrera prometedora pero corta, hasta que despegó este año con Piñata, el álbum que lanzó en colaboración con Madlib.  Gibbs es el hombre perfecto para darle voz al sonido de Madlib.  Es un rapero en sus treintas, que, a través del Gangsta Rap, cuenta las cosas de las que no se enorgullece.  No parece arrepentirse de nada, pero tiene un tono sincero cuando busca mejorar en todo.  No es el típico discurso vendedor y barato de los raperos de la radio; aquí los excesos no son meramente herramienta de vanidad, mas bien son fundamentales en la manifestación del estilo de vida.  Eso es lo que distingue al buen Gangsta Rap del Hip Hop más pobre; uno plasma los pros y contras de su vida en una expresión de arte, el otro solo sigue pecando, pero ahora musicalmente.  Es más fácil, eso sí, evocar la vida gangster de manera tan brillante cuando uno cuenta con los sonidos de Madlib de soporte.  En Piñata, el genial productor se acerca más que nunca al Jazz Rap, con unas melodías y ritmos que recuerdan al finado Nujabes.  Esa combinación de Jazz y lírica gangster resulta en un producto con clase y bastante original, aunque recuerde de vez en cuando al mencionado productor japonés y a veces hasta a las decenas de discos del Wu-tang Clan, por sus mezclas con fragmentos de conversaciones.  De hecho, uno de los miembros del clan, Raekwon, forma parte de la lista de ilustres colaboradores del álbum, donde también participan talentos como Danny Brown.  Pasada la mitad del año, Piñata de Freddie Gibbs & Madlib se mantiene como el mejor disco de Hip Hop del 2014; si alguien lo supera, será seguramente un fenómeno.